por Eduardo Venegas
Después del proceso de elección y renovación de los Consejos de Participación Ciudadana (COPACI) y de las Delegaciones, en Naucalpan salieron a la luz viejas prácticas del priismo, aunque también valiosos esfuerzos por parte de ciudadanos que buscan transformar sus colonias y los métodos de participación popular a través de estas instancias.
Ante la expectativa de que con un gobierno municipal impulsado por MORENA las cosas sean diferentes, se volvió una tarea necesaria el promover entre la ciudadanía la participación en dicho proceso, sobre todo porque uno de los objetivos de los militantes de izquierda es el de impulsar la lucha organizada del pueblo.
Razón por la cual no se puede dejar de ver dichos órganos de representación vecinal como una opción de organización con alcances, atribuciones y limitantes establecidos en la Ley Orgánica Municipal del Estado de México, entre los que destacan:
- Promover la participación ciudadana en la realización de los programas municipales.
- Coadyuvar para el cumplimiento eficaz de los planes y programas municipales aprobados.
- Proponer al Ayuntamiento las acciones tendientes a integrar o modificar los planes y programas municipales.
- Participar en la supervisión de la prestación de los servicios públicos.
Hoy, ante la posibilidad de una relación distinta con la actual administración municipal, es momento de que, como ciudadanos, se busque mediante la participación el dejar atrás aquellas formas “curiosas” y “perversas” de proceder, que durante los últimos años han caracterizado a COPACIs y Delegaciones.
Estas instancias, como forma de organización ciudadana, han sido durante los últimos años de las pocas opciones de la población para estar en contacto con autoridades y de buscar, mediante la gestión, la solución a la problemática inmediata en torno a la deficiente prestación de servicios públicos.
Sin embargo, a la par de lo mencionado, políticos y autoridades en pro de sus intereses personales y de partido se han dedicado a mediatizarlas, manipularlas, desorganizarlas y a utilizarlas con fines electoreros y de coacción mediante la distribución de programas sociales, apoyos materiales o la realización de pírrica obra pública.
Aún con las grandes expectativas que se generaron en torno al proceso, en Naucalpan de Juárez se gestaron diversos sucesos que tuvieron como fin último el hacer quedar mal a MORENA frente a los ojos de los habitantes del municipio. Desde planillas que, pese a cumplir con todos los requerimientos establecidos, no fueron aprobadas y registradas hasta la inducción del voto a través de las urnas electrónicas, pasando por las prácticas tradicionales de acarreo (no solo por parte de las planillas del PRI o del PAN) y la latente amenaza del Secretario de Gobierno (Manuel Espino) de impugnar la elección y anularla.
No obstante, el proceso siguió y culminó con planillas que siguen las líneas de gobiernos anteriores y que buscan reproducir las mismas prácticas oportunistas y de servilismo a un partido o figura política. Pero también resultaron electas planillas completamente nuevas en su participar político, que desplazaron a aquellos que durante años a modo de cacicazgo han utilizado estos medios para su beneficio propio.
La participación de los COPACIS y Delegaciones Municipales electos debe dejar atrás la posibilidad de ser utilizados con fines electoreros o de legitimación de acciones equivocadas por parte de integrantes de la administración municipal, y menos aún deberá permitirse el ser utilizados por líderes y pseudodirigentes de cualquier partido político en sus perversos afanes de ser “reconocidos” y favorecidos en futuros procesos electorales.
Las cartas están sobre la mesa, nuevos actores políticos que buscan defender a sus comunidades salieron a flote, otros tantos siguen reproduciendo lo mismo de siempre. Es con los primeros y con el resto de las comunidades en donde se gestará la defensa de los derechos y las conquistas de las colonias.
Finalmente, es trascendental el no olvidar que, pese a los resultados obtenidos en el proceso de elección de COPACI y Delegados, la tarea es la misma que antes de iniciada la elección: impulsar y promover la participación organizada de la ciudadanía, desde la consideración que esa lucha es por la defensa legítima de sus derechos ciudadanos, no la consecución de algún favor o privilegio por parte de las autoridades.
