EDITORIAL
Termina el año 2021, y con él la mala administración de Patricia Durán, la cual, debemos decir, nunca fue de morena, aunque haya ganado la alcaldía con la “marca” del partido, pues no se nos debe olvidar que la dirección del partido, con la complicidad de algunos vulgares ambiciosos, nos la impusieron.
Patricia Durán, iniciado su gobierno, comenzó a tejer una serie de alianzas con priistas y panistas, con miras a ganar la reelección en 2021. Y, para que algunos militantes de morena –ingenuos unos y otros ambiciosos– guardaran silencio frente a estos hechos se les incluyó en el presupuesto del Ayuntamiento, para que más temprano que tarde, se les sacara de la nómina.
Las alianzas con priistas y panistas junto con la mala administración de Patricia Durán fueron la crónica anunciada de la derrota electoral que sufriría en junio de 2021. Debemos decir que esa derrota electoral no solamente la padeció Patricia Durán, sino que también afectó de manera considerable al partido. Fue un duro golpe para morena, que le costará tiempo y gran esfuerzo a sus militantes poder reponerse de ese error, para posicionar nuevamente al partido ante la ciudadanía de Naucalpan. Pues además de haber perdido la alcaldía, las diputaciones locales y las federales, el partido quedó fracturado, y por más intentos y esfuerzos que se han hecho, a la fecha no se ha logrado la tan “cacareada” unidad y democratización del partido.
Pretextos no faltarán, a los defensores de la panista Patricia Durán, para justificar su mala administración, como es el hecho de que su administración se dio en el contexto de la pandemia generada por el COVID. Pero en este caso el gobierno federal de López Obrador se dio en el mismo contexto y esto no afectó de manera considerable su administración, los resultados saltan a la vista: los diversos programas sociales no se suspendieron; la construcción de Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; la refinería Deer Park que se compró a la empresa Shell, y la que se construye en Dos Bocas; la construcción del tren Maya, etcétera.
Por consiguiente, para evitar futuros errores, necesitamos organizarnos desde abajo, con los verdaderos militantes; necesitamos formarnos políticamente y armarnos con una conciencia crítica; necesitamos unirnos para no permitir más las imposiciones de candidatos ambiciosos y oportunistas.
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