LA POLÍTICA SOCIAL DEL PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

La diferencia que existe entre los gobiernos del nacionalismo revolucionario, los neoliberales y el actual gobierno de la cuarta transformación, estriba en la forma en que han operado la política social.
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por Antonio Tovar León

En alguna ocasión, Andrés Manuel López Obrador manifestó que sus aspiraciones como presidente eran las de pasar a la historia y ser recordado como un buen presidente, tal y como lo fueron los presidentes más recordados de México: Benito Juárez, Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas del Río.

Sin lugar a dudas que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pasará a la historia como el mandatario que gestionó bastantes obras en un sexenio(1), como no se habían realizado en poco más de tres décadas de los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN.

Sin embargo, el presidente López Obrador por lo que realmente será recordado por las masas populares será por la política social que aplicó en beneficio de los que menos tienen, política que sintetizó en su frase célebre “Por el bien de todos primero los pobres”.

Debemos recordar que la política social en México ha estado presente a lo largo de su historia, sobre todo en el México postrevolucionario, con diferentes matices, e incluso en los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN.

La diferencia que existe entre los gobiernos del nacionalismo revolucionario, los neoliberales y el actual gobierno de la cuarta transformación, estriba en la forma en que han operado la política social.

En el pasado, los gobiernos del nacionalismo revolucionario aplicaron la política social mediante la creación de instituciones sociales de salud como el IMSS y el ISSSTE; de vivienda como el INFONAVIT y el FOVISSSTE; la creación de los tribunales laborales, etcétera, de igual modo la política social se vio reflejada en el aumento progresivo del salario mínimo, llegando a su máximo en la década de los setentas del siglo pasado. Estos salarios parecían elevados por lo que alcanzaban a cubrir, sin embargo, esto era relativo, ya que si cubrían de manera holgada la canasta básica, se debía al subsidio que el gobierno federal otorgaba a más de cien productos (tortilla, pan, frijol, aceite, huevo, leche, azúcar, café, arroz, etcétera). Este beneficio de los trabajadores, también aprovechaba a la clase patronal, ya que, pagándoles salarios bajos a los trabajadores, a éstos les alcanzaban para cubrir los servicios de educación y salud, y surtir la canasta básica, por los subsidios ya mencionados.

En la aplicación de la política social, en cierto modo, se beneficiaban algunas organizaciones sociales, ya que a través de estas se bajaban algunos apoyos como los famosos “Torti-bonos” a mediados de la década de los 80’s (vales canjeables por dos kilos de tortillas). En este asunto debemos decir que esta práctica aún continúa, pues no se puede ocultar el hecho de que personas denominadas “luchadores sociales” operan para los partidos políticos y los gobiernos en turno de los tres niveles, gestionándole a las personas los programas sociales, así como la entrega de despensas o utilitarios para crearle un capital humano a los “profesionales de la política”, dicho en otras palabras, para lucrar políticamente con las necesidades de las masas populares.

Durante la etapa llamada “neoliberalismo”, los gobiernos del PRI y el PAN se valieron de la política social para hacer jugosos negocios, entregando contratos leoninos a empresas del sector privado ―que dicho sea de paso, algunas de estas empresas pertenecen o están ligadas a los propios políticos―. Ejemplos de esta forma de operar sobran, baste citar las estancias infantiles subrogadas como la guardería ABC, propiedad de familiares de la ex primera dama Margarita Zavala; las cárceles subrogadas; las empresas intermediarias de distribución de medicamentos relacionadas con el ex candidato presidencial Roberto Madrazo Pintado, a las que el IMSS les otorgó a principios de agosto un contrato plurianual por el servicio médico integral de anestesia, que asciende a casi 2 mil millones de pesos, etcétera. Estas prácticas sólo pueden entenderse por la corrupción que existe en todos los niveles de gobierno, junto con el pago de favores, del “moche” a legisladores, magistrados, jueces y autoridades políticas.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador se diferencia de los demás en la forma de operar la política social y en la gran cantidad de programas sociales(2) en beneficio de los que menos tienen, así como la forma de entregar dichos programas. Estos programas se entregan de manera directa a las personas en dinero, lo que genera en los beneficiarios la percepción de que es el presidente de la República el que les da el dinero, y, por tanto, crece su aceptación y popularidad, además del cariño que las masas populares le manifiestan, a grado tal que el presidente no necesita rodearse de un inmenso aparato de seguridad como lo hacían en el pasado sus homólogos.

Dentro de la política social del presidente Andrés Manuel López Obrador resaltan los programas sociales, y muy en especial “la Pensión Universal a Adultos Mayores de 65 años y más”, el cual es ya un derecho progresivo, consagrado en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Con este programa se busca beneficiar y gratificar a las personas de 65 años y más por sus servicios prestados a la nación, devolviéndoles a los adultos mayores un poco de lo mucho que éstos han dado a México, reconociéndoles el trabajo que han aportado a nuestro país y que ha servido para engrandecer esta patria.

Desde luego que la política social en beneficio de los que menos tienen es benéfica y a la cual no nos oponemos, por el contrario, la apoyamos y defendemos. Pero debemos dejar claro que ésta no resuelve la pobreza y miseria del pueblo trabajador, dado que toda política social en un sistema económico de explotación de una clase sobre otra, como lo es el capitalismo, está orientada a administrar la pobreza, para desarticular la protesta social y evitar que el descontento social desemboque en un estallido social que ponga en riesgo el orden social capitalista.

Para concluir, diremos que un gobierno que realmente represente y defienda los intereses de la nación, lo mínimo que debiera hacer es recuperar las empresas estratégicas, poniéndolas bajo la dirección del Estado, como la banca, la industria energética, las telecomunicaciones, etcétera. Con el gobierno de López Obrador ya dimos el primer paso, pero no debemos quedarnos estancados aquí, se requiere dar los siguientes pasos para edificar una sociedad en donde no tenga cabida la explotación del hombre por el hombre. Desde luego que llevar a cabo esta tarea no es algo fácil, pues requiere de un gran apoyo de las masas populares, y para ello se hace necesario la organización de la clase trabajadora, pues sólo con la participación organizada de la clase trabajadora será posible llevar a cabo las transformaciones en beneficio de la nación mexicana. De esto podemos deducir, que todo gobierno que no contemple la participación organizada de la clase trabajadora para llevar a cabo una verdadera transformación en México, la política social solo será un paliativo a la pobreza y miseria del pueblo trabajador, y, el discurso político será una retórica para embaucar y confundir al vulgo, es decir una demagogia.

Septiembre 18 de 2023

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  1. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), inaugurado el 21 de marzo de 2022; la compra del 100 % de las acciones de la refinería Deep Park, en Texas; la construcción de la Refinería Olmeca Dos Bocas, en Paraíso Tabasco; la conclusión del Tren interurbano México-Toluca, que según expertos, para el mes de diciembre estará terminada la obra; el Tren Maya, con 1,525 km de vías férreas que interconectan las principales ciudades y zonas turísticas en los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quinta Roo, beneficiando el desarrollo en la región y en la calidad de vida de los habitantes; El Corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que detonará el desarrollo económico y social en esa región; después de 15 años de construcción, próximamente se terminará la Autopista Oaxaca-Puerto Escondido, faltando solo doce kilómetros de pavimentación y un puente, al parecer la obra se terminará a finales de 2023; además de innumerables carreteras y caminos, universidades, el IMSS-Bienestar, Etcétera.
  2. Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras; Producción para el Bienestar; Crédito Ganadero a la Palabra; Sembrando Vida; Jóvenes Escribiendo el Futuro; Programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; Jóvenes Construyendo el Futuro; Las Becas Benito Juárez.
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