Los comités de base y la formación política de los militantes

El preparar políticamente a los militantes es formar compañeros críticos que no serán presa fácil del engaño y la manipulación, realizarán mejor su trabajo; realizarán de la mejor manera las actividades y tareas de las comisiones o encargos que se les asignen.
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por Antonio Tovar León

Ante los malos resultados electorales de 2021 en el estado de México y el municipio de Naucalpan de Juárez ¿Qué hacer? ¿Qué postura debemos asumir los militantes comprometidos con el cambio verdadero? Obviamente es elaborar un plan de trabajo. Y en este caso, al diseñar el plan, necesariamente tenemos que hacer un análisis de la situación real en la que pretendemos aplicarlo, definiendo con claridad los objetivos que pretendemos alcanzar, estableciendo las tareas necesarias, así como el calendario para ir evaluando el avance, etcétera. De lo correcto del análisis y del cumplimiento de las tareas, dependerá en gran medida su viabilidad y su éxito. Y aquí no nos referimos exclusivamente a cifras, sino a otros aspectos que tienen que ver con darle dirección al movimiento y lograr estructurarnos al seno del pueblo, impulsando una vida orgánica mediante la creación de comités y equipos de trabajo, a la par de involucrar a la militancia en la denuncia pública, la agitación de las masas, la movilización y el accionar político para conquistar la solución a las demandas inmediatas y futuras del pueblo.

En cuanto a la formación de los comités y equipos de trabajo —no con cualquier persona— sino con sujetos interesados en la lucha organizada por resolver las necesidades de sus compañeros de trabajo, comunidad, escuela, colonia, etcétera, se debe tener como propósito establecer un mecanismo de contacto con el pueblo, con los trabajadores del campo y la ciudad, una alternativa de participación para las personas, un espacio que nos permita relacionarnos y convivir con el pueblo, un espacio para conocer a las personas y reclutarlas para la acción política.

Nos debe quedar claro que, al militar en un partido político, nuestra actividad debe ser la política y no la gestoría. La gestoría sólo tiene razón de ser cuando se utiliza como medio para organizar el descontento social canalizándolo a la lucha política. Por consiguiente, si la política es una contienda entre diversos partidos, se requiere que a los militantes se les forme políticamente para la batalla. No se puede competir y esperar buenos resultados, ni mucho menos alcanzar el triunfo si no se prepara políticamente a los militantes.

Por lo antes mencionado, se hace necesario contar con una estructura de promoción y defensa del voto, pues no basta con mandar a nuestros militantes, a los protagonistas del cambio verdadero (PCV) a “tocar puertas”, ni mucho menos sustituir a la militancia con personas contratadas para “volantear”, como ya ocurrió en la elecciones pasadas. El pensar sólo en esto es caer en el engaño propio, en la simulación, creyendo que la mayoría de la ciudadanía está esperando en sus casas, con emoción, la oferta política de Morena, cuando la realidad nos demuestra lo contrario: que hay una gran apatía y desconfianza de la ciudadanía en la política, en los partidos y sus candidatos.

Aquí abrimos un paréntesis para dejar claro que —la situación de pobreza que padece el pueblo trabajador no es condición necesaria para que este adquiera conciencia de su realidad—. Si la miseria, por sí sola, fuera factor para que la ciudadanía adquiriera conciencia de su situación de pobreza e injusticia social en que vive, no sería necesario “tocar puertas”, pues las personas por sí mismas se organizarían y lucharían por mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.

Por eso es muy importante trabajar en la formación política de todos y cada uno de los PCV, pues el preparar políticamente a los militantes de Morena es formar compañeros críticos que no serán presa fácil del engaño y la manipulación, pero, además, un militante con una adecuada formación política, realizará mejor su trabajo; realizará de la mejor manera las actividades y tareas de las comisiones o encargos que se le asignen; desempeñará con mayor eficacia las funciones del cargo para el cual fue electo. Aquí debemos dejar claro que no pretendemos realizar primero esta tarea y después la de los comités, ambas tareas se tienen que llevar a cabo de manera simultánea.

Nos debe quedar claro que la lucha que hemos emprendido por la emancipación de la sociedad, la debemos llevar al terreno político, económico e ideológico al mismo tiempo. Ésta es una tarea de grandes dimensiones que requiere de la participación de muchos compañeros y compañeras, y es por eso que en este trabajo debemos contar con el hilo conductor que nos permita realizar esta gran obra. El periódico Regeneración debería cumplir la función de hilo conductor, pero para ello se hace necesaria una redefinición de sus funciones y contenido. Consideramos que las tareas que debe cumplir Regeneración son las de: educar políticamente a sus militantes; organizar y coordinar las actividades de los militantes; agitar políticamente a la población mediante la denuncia pública, entre otras.

En el caso de contactar a personas interesadas en formar un comité, debemos tener presentes dos situaciones fundamentales:

  • 1ra. Un compañero o compañera, con la formación política adecuada, tendrá que atenderlo, por el tiempo que sea necesario, hasta que adquiera su propia dinámica;
  • y 2da. Contar con un espacio físico, necesario para garantizar que el comité tenga una vida orgánica, es decir, que sea posible un lugar donde tenga reuniones periódicas, pues cuando no se cuenta con el espacio, las reuniones dejan de llevarse a cabo de manera regular.
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