por Antonio Tovar León
¡SER CULTOS PARA SER LIBRES! -José Martí
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“Sabemos el tremendo daño que ocasiona la ignorancia porque no hay peor enemigo del hombre, peor enemigo de los pueblos, peor enemigo de la humanidad que la ignorancia. Y de todas las herencias que el colonialismo, el imperialismo y el capitalismo nos han dejado, la peor de todas, es la ignorancia”. 17-IX-66 Fidel Castro
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“…Toda la educación de la cual ha tenido que nutrirse el pueblo… es deficientísima, es arcaica, es incompleta; hemos vivido una perenne contradicción de niños que abren sus libros de historia y les hablan de libertad, y les hablan de heroísmo, y les enseñan a cantar un himno, y los enseñan a saludar a una bandera, y los enseñan a venerar a nuestros mártires, y al lado de la bandera encuentran un trapo sucio, y al lado de su himno les cantan una conga politiquera, y al lado de los hombres ejemplares que hicieron la historia de la patria se encuentran los nombres de los criminales que la han gobernado, de los malversadores que la han saqueado”. 8-XI-61 Fidel Castro
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“Los que enseñan la verdad preparan a los pueblos para comprenderla, los que enseñan la mentira condicionan a los pueblos para engañarlos. Los que defienden la explotación, los privilegios y la injusticia tratan de mantener a los pueblos en la oscuridad y la ignorancia más completa. Las revoluciones, que predican la justicia, que se hacen para redimir a los pueblos de la explotación, enseñan, educan, erradican la ignorancia”. 8-XI-71 Fidel Castro
INTRODUCCIÓN
Compañeros:
Dirigimos a ustedes el presente documento con la finalidad de plantear la necesidad de estudiar, de comprender y hacer nuestro todo el tesoro de conocimientos que la humanidad ha creado durante siglos a través de sus grandes inteligencias y, en especial, todo aquello que ayude a formarnos una conciencia clara de la realidad que vivimos en los ámbitos de la naturaleza, de la sociedad y nosotros como individuos.
Nos interesa sobre todo la conciencia acerca de los problemas de la sociedad en que vivimos. En otras palabras, desarrollar la conciencia política de la clase trabajadora, el conocimiento de nuestro pasado, de nuestra historia, del entendimiento de nuestro presente para proyectar y echar los cimientos del país que habremos de heredar a las futuras generaciones.
Cuántas veces, cuando hemos acudido ante la autoridad hemos experimentado la enorme dificultad de expresar con claridad nuestros reclamos y, más aún, al defender su justeza frente a la palabrería engañosa, demagógica. Desarmados, incapacitados para luchar contra ese poder político de los ricos, nos conformamos con la ira, la amargura y la impotencia.
El desarrollo de nuestra conciencia política evitará que eso siga ocurriendo, no permitirá que se frustren más nuestros anhelos porque con ella seremos más capaces de luchar y lograr nuestra meta.
Por otro lado, podemos decir que los hombres conscientes, los hombres y mujeres con conciencia política —precisamente por su mayor conocimiento de la realidad— son los que más han aportado al progreso de la humanidad. En consecuencia, la preparación política formará compañeros deseosos de aportar más de sí mismos para la consecución de nuestros objetivos.
Concretamente vemos la necesidad de impulsar el estudio colectivo, donde podamos adquirir los conocimientos necesarios para luchar. Queremos que en todos nazca el deseo de prepararse, de superarse, adquiriendo la conciencia de hombres nuevos con mentalidad nueva, mentalidad no de esclavos sino de hombres libres, íntegros y dignos.
Evidentemente, la participación en este ámbito del quehacer de nuestra organización demanda tiempo y exige esfuerzo, implica la necesidad de leer, de preparar temas de exposición, materiales didácticos y tiempo para ello.
A continuación, se exponen algunos argumentos sobre la necesidad de estudiar, esperando que sirvan para asumir una actitud positiva hacia el estudio.
¿PARA QUÉ ESTUDIAR? O SOBRE EL OBJETIVO DEL ESTUDIO
Para enterrar la ignorancia y formar una mentalidad nueva, un pensamiento crítico. Para ayudar a comprender la realidad que vivimos de manera científica y luchar por su transformación en bien del progreso de la humanidad.
Para contar con elementos que nos permitan distinguir y orientarnos entre los planteamientos de las diferentes organizaciones y partidos políticos, entre las distintas corrientes ideológicas y políticas. Para evitar la confusión, el engaño y la manipulación.
¡ENTERRAR LA IGNORANCIA!
Acabar con la ignorancia de una vez y para siempre, es condición indispensable para que surja el hombre libre, porque precisamente sobre ella se sostiene el poder de los enemigos del pueblo. Es un gran deber y una noble tarea arremeter contra la superstición, el fanatismo y las ideas mágicas que mantienen adormecida y en las tinieblas la mente del pueblo.
Es una noble tarea porque del estudio nacerá la luz para que el pueblo vea, ame y siga la verdad.
¡Muerte a la ignorancia!
¡A elevar nuestro nivel cultural y político!
¡A romper los grilletes que encadenan la conciencia del pueblo!
MENTALIDAD NUEVA – PENSAMIENTO CRÍTICO
La vieja forma de pensar duda de las fuerzas del hombre, se atiene a la fe o se conforma con la verdad a medias cuando se le plantea explicar un fenómeno. La mentalidad nueva confía en la capacidad del hombre para entender y explicar el mundo. Con optimismo y tenacidad indaga y penetra en la esencia de las cosas, desentraña las leyes que rigen los fenómenos y las aprovecha en beneficio del género humano.
La mentalidad nueva no deja en pie enigma alguno, no queda en el misterio más que aquello que no ha sido suficientemente estudiado, pero que es susceptible de explicación en la medida que avance el conocimiento. El nuevo pensamiento no se detiene hasta encontrar la verdad completa.
Para resolver nuestras interrogantes debemos acabar con las respuestas simples e impotentes:
¡Sólo Dios sabe!
¡Pues es así porque sí! …
No debemos aceptar los dogmas o los autos de fe que sólo representan pereza mental.
Luchemos por formarnos un juicio crítico. Una mentalidad crítica no acepta las cosas porque sí, analiza, cuestiona y explica.
El propósito es que el pueblo piense y que al hacerlo lo haga con independencia, que sea capaz de valorar por sí mismo la vida, las cosas, los hombres, las mujeres y las ideas.
ESTUDIAR ES EXPLICAR LA REALIDAD PARA TRANSFORMARLA
El estudio nos ayudará a comprender, a ser conscientes de la realidad en que vivimos. Pero ¿qué es la realidad? La realidad son los hechos, las cosas que existen en forma objetiva, fuera de nuestra conciencia e independientemente de nuestra voluntad. También existen los fenómenos de nuestra mente. La realidad abarca no sólo un aspecto sino el todo; no sólo nuestra situación personal, sino la de la familia, la colonia, el trabajo, el país, el mundo. Los fenómenos se enfocan no de manera aislada, sino como parte de un todo interrelacionado.
Ahora bien, cuando hablamos de comprender la realidad debemos diferenciar claramente dos cosas:
No es lo mismo vivir la realidad que comprenderla.
Ejemplo. El hombre, desde que habita la tierra, vive, conoce o es testigo de muchos fenómenos naturales, pero no desde el principio los comprende o tiene conciencia de ellos, es decir, no se los explica correctamente. Conoce la lluvia, pero cómo responde a las preguntas: ¿Por qué llueve? ¿Cómo se forma la lluvia? | Ha visto el día y la noche, pero: ¿Por qué se da el día y la noche? | Conoce, ve o vive la pobreza, el desempleo, la drogadicción, conflictos sociales como huelgas, el movimiento magisterial, las elecciones, malos gobiernos, el problema educativo, alimentario, crisis económicas, etcétera, pero ¿Cuáles son sus causas y cómo funcionan tales fenómenos?
Encontrar explicaciones cabales y correctas a sus interrogantes genera la conciencia del hombre.
¿Cómo explicar la realidad? Existe una explicación empírica, anticientífica, idealista y parcializada que, por ejemplo, nos explica la lluvia como un castigo de Dios o una manifestación de que Tláloc está contento con su pueblo. Una explicación científica objetiva nos dice que este fenómeno natural se da debido a la evaporación del agua de los mares por efecto del calor de los rayos solares que, en conjunción con las corrientes de aire, la llevan a los continentes en forma de nubes de vapor, el cual, por enfriamiento de la atmósfera, se precipita en forma de gotas de agua.
Pero ¿para qué nos explicamos la realidad? ¿Para qué nos hacemos conscientes? ¿Será sólo para contemplar? No. Conocemos para transformar y mejorar nuestra vida. Creamos el conocimiento, pero también hacemos uso de él para vivir mejor.
EL ESTUDIO COMO PRINCIPIO
Las ciencias y, sobre todo, las matemáticas, nos dicen que un principio es una proposición que por ser tan evidente se acepta sin demostración. Es una verdad indiscutible por su evidencia.
Asimismo, en la vida manejamos normas o valores que aceptamos como principios. Admitimos, por ejemplo, sin más discusión que: “El hombre necesita alimentarse para vivir” y, deberíamos poner en la misma categoría la siguiente divisa: “El hombre necesita estudiar para ser realmente hombre”.
Pero en la vida no sucede así. Se suele considerar el estudio como una etapa circunstancial de la vida, que sólo en el periodo en que se es estudiante, en que se va a la escuela, se estudia. Y hay que tener presente que en esta sociedad el estudio está hecho para un grupo de privilegiados y vedado para las mayorías.
Nosotros debemos cambiar ese concepto y valorar al estudio como —una actividad inseparable del hombre— y permanente durante toda su existencia.
ESTUDIO Y DIGNIDAD HUMANA
Cuando hablamos de las cosas dignas, nobles o sublimes nos referimos a todo aquello que engrandece y eleva por encima de todo. La dignidad y la nobleza son atributos del ser humano, cualidades que lo distinguen y lo hacen ser algo superior en la naturaleza.
En el transcurso de su evolución, el hombre se ha ido destacando cada vez más del reino animal adquiriendo cualidades nuevas que lo hacen diferente del resto de los animales. Una de esas grandes diferencias es su capacidad para conocer el mundo y transformarlo conscientemente en beneficio propio. Para ello realiza como una variedad más de su trabajo la actividad intelectual, el estudio.
En la medida que el hombre estudia más, conoce más, se hace diferente y se eleva por encima del reino animal, —va perdiendo su condición de animalidad— y adquiere un carácter más humano.
Por eso afirmamos que el estudio dignifica al hombre y condenamos todo cuanto le impide estudiar porque conlleva al envilecimiento, a la degradación de su condición humana.
¡Estudiamos Para Luchar, Luchamos Para Vencer!
